Se tiende a asumir que un software de instalación local se va a ejecutar de manera más veloz, y lo cierto es que la mayoría de ordenadores que se destinan para este fin no lo son.

No se tiene en cuenta que dichos ordenadores se cargan de muchos procesos al mismo tiempo, por ejemplo; aplicaciones de seguridad como antivirus que escanean permanentemente el ordenador, navegadores abiertos al mismo tiempo, reproducción permanente de vídeo desde YouTube, programas ofimáticos en ejecución, entre otros.

Lo anterior no sucede en la nube, debido a que los servidores son de alto rendimiento y plena disponibilidad para ejecutar de manera exclusiva el software desde el otro extremo, mediante una ventana del navegador web.

En las instalaciones locales existe siempre la preocupación de realizar mantenimiento y generar copias de seguridad periódicamente con el fin de evitar pérdidas de la información. Y si el ordenador falla se detiene la operación por completo mientras se restaura su funcionamiento.

En la nube sucede todo lo contrario, las copias de seguridad son automáticas, y si su ordenador fallara solo debe cambiarlo por otro, y la operación es restablecida inmediatamente desde el mismo navegador.

Punto fuerte del software en la nube, ya que permite el acceso a la información desde cualquier lugar y desde cualquier dispositivo con acceso a Internet.

En la instalación local existe la necesidad de desplazarse físicamente al lugar y posteriormente al ordenador en el que se encuentra instalado el software.

La dependencia de conexión a internet sería una desventaja de la nube, ya que depende de una conexión constante, pero en la actualidad el acceso a un servicio decente de Internet es algo ya común a nivel mundial, adicionalmente las cómodas tarifas actuales, hace fácil poder contar con un segundo proveedor como contingencia.

En la instalación local no se requiere acceso a Internet, a menos que se presenten inconvenientes como fallos del fluido eléctrico, o fallos en el ordenador por ataques de virus informáticos (de todo se ve) que ya no permitan acceder a la información.

Otro punto fuerte del software en la nube es que la inversión en infraestructura, software, soporte e ingeniería se asumen por el proveedor del servicio.

En la instalación local se asumen en su totalidad por parte del propietario todas las inversiones requeridas para su operación, lo cual no se logra en más de un 95 % de los casos.

Por tanto, las empresas pequeñas y medianas (Pymes) son las que más se benefician con este modelo tecnológico, accediendo a un servicio que difícilmente podrían costear si tuvieran que hacerse cargo de todo.